Desmintiendo los 5 mitos más ridículos sobre los tasers

Desmintiendo los 5 mitos más ridículos sobre los tasers

Los tasers han estado en el mercado por más de 50 años desde que el investigador de la NASA, Jack Cover, diseñó el primer modelo en 1970. Desde entonces, estos dispositivos de defensa personal han ganado popularidad como una alternativa efectiva y menos letal en países donde la regulación de armas de fuego es estricta. Sin embargo, a pesar de su eficacia, los tasers han sido objeto de numerosos mitos que generan desinformación. Hoy vamos a desmentir cinco de los mitos más comunes sobre los tasers y su funcionamiento.

Mito #1: Un taser y un stun gun son lo mismo

Uno de los errores más comunes es pensar que un taser y un stun gun son lo mismo. Aunque ambos dispositivos utilizan descargas eléctricas, funcionan de manera diferente.

  • Stun gun: Es un dispositivo de contacto directo que genera un arco voltaico y requiere que el usuario toque al agresor para aplicar la descarga.

  • Taser: Dispara arpones conectados por cables que transmiten la corriente eléctrica a distancia, incapacitando al objetivo temporalmente.

Ambos tienen sus ventajas dependiendo de la situación, pero ahora sabes que no son lo mismo. Si buscas una herramienta de defensa, puedes adquirir tu taser o stun gun en armasmys.com.

Mito #2: Un taser puede desmayar a una persona

Gracias a las películas, muchas personas creen que un taser puede dejar inconsciente a una persona al instante. Esto es completamente falso.

El taser funciona interfiriendo con las señales del sistema nervioso, causando espasmos musculares e impidiendo el movimiento coordinado. Sin embargo, no tiene la suficiente energía para provocar un desmayo. Si una persona cae inconsciente tras recibir una descarga, probablemente se deba a otros factores, como el estrés de la situación o una condición médica preexistente.

Mito #3: Un taser puede matarte

Este es un tema debatido, pero los estudios demuestran que la probabilidad de que un taser sea letal es extremadamente baja.

Los tasers operan con una corriente promedio de 2 miliamperios, mientras que se requieren al menos 1.000 miliamperios (1 amperio) para causar daños graves en el corazón. De hecho, las corrientes por encima de 10.000 miliamperios (10 amperios) son las que pueden causar fallos cardíacos y quemaduras severas.

Si bien ha habido casos en los que una persona sufrió un ataque cardíaco después de recibir una descarga de taser, generalmente esto está relacionado con una condición de salud preexistente y no con la descarga en sí misma.

Mito #4: Si tocas a alguien que recibe una descarga de taser, también la recibirás

Este mito es completamente falso. Los tasers disparan arpones que se clavan en la piel del objetivo, y la energía se concentra en su cuerpo. No hay transmisión de corriente a otra persona que lo toque.

Si esto fuera cierto, la eficacia de los tasers sería muy limitada, e incluso los agentes de seguridad correrían el riesgo de recibir descargas involuntarias al someter a un agresor.

Mito #5: Los tasers no funcionan

Algunas personas aseguran que los tasers no son efectivos porque han visto casos en los que un agresor no reacciona tras recibir varias descargas. Sin embargo, estos casos suelen involucrar a personas bajo los efectos de sustancias psicoactivas o con un estado alterado de conciencia.

Aun así, el taser sigue siendo una de las herramientas de defensa personal más potentes con un efecto menos letal. En la mayoría de los casos, es suficiente para incapacitar a un agresor y dar tiempo al usuario de huir o pedir ayuda.

Protege tu seguridad con un taser

Ahora que conoces la verdad detrás de estos mitos, estás mejor informado para tomar decisiones sobre tu seguridad personal. Si estás buscando un taser o un stun gun de alta calidad, puedes adquirir el tuyo en armasmys.com. No dejes tu protección al azar, equípate con las mejores herramientas de defensa disponibles.

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